miércoles, 20 de octubre de 2010

*Los idiotas modernos

Fue por casualidad, mientras preparaba un texto de Aristóteles, cuando descubrí que la palabra “idiota” tiene su origen en el término latino “idiota idiotae”, que a su vez proviene del griego, donde significaba lo privado, lo particular, lo personal.

Con idéntica raíz encontramos en nuestra lengua dos términos más que apuntan hacia ese mismo significado de particularidad y privacidad. Uno es “idiosincrasia”, que significa modo de ser, carácter o temperamento; el otro es “idioma”, y hace referencia a la lengua propia de un determinado lugar.

Pues bien, el idiota era aquél que se preocupaba sólo de sí mismo, de sus asuntos personales, sin prestar atención a los asuntos públicos.
Pasó que como en la Antigüedad griega, y posteriormente en la romana, las cuestiones públicas eran algo serio y de vital importancia para los hombres libres, la palabra evolucionó y su uso se redujo a la categoría de insulto.

¿Por qué? Porque aquél que sólo se ocupaba de lo suyo era alguien despreciable en una sociedad donde existía la convicción de que participar en política, tomando las decisiones importantes para que la vida comunitaria funcionase, era una de las ocupaciones más nobles y mejor consideradas.

Ahora comprendo por qué llevo tiempo, demasiado ya, sintiendo esas enormes ganas de llamar a mis dirigentes nacionales, e incluso a otros de ámbito local, idiotas. No se trata de un simple insulto, que bien ganado lo tienen, sino que además recoge el significado originario de la palabra. Desde que lo sé me siento más tranquila; creo que hasta duermo mejor, porque entender las cosas siempre me da tranquilidad.

Ya sólo queda que los ciudadanos no “idiotas” elaboremos una estrategia para meter a nuestros políticos en “La máquina del tiempo” y enviarlos a la Antigüedad grecorromana, a ver si recuperan, de una vez por todas, aquel espíritu que se tomaba en serio las cuestiones públicas. Mientras tanto, nosotros, los de a pie, intentaremos recobrar el valor de la asamblea y del diálogo para entre todos buscar las mejores soluciones para el mayor número de personas.

11 comentarios:

  1. Estoy totalmente de acuerdo contigo. Hacen mucha falta políticos... en el estricto sentido de la palabra.
    Felicidades, me gusta mucho tu blog y publicaciones en "Primera Edición".

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  2. Reflexión muy necesaria, Carmen!
    Sabes? Llegué a tu espacio por curiosa e intentaré venir más a menudo..
    Además te invito a conocer el espacio q creé
    y comparto con mis compañeros/asm y si te gusta
    a q colabores con nosotros/as, pero como no tienes pública tu dirección de mail, para cursarte la invitación, te dejo la mía:

    ilargiaamori@gmail.com

    Afectos desde El País de los Bosques!

    Male.

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  3. Es una buena reflexión sobre la palabra idiota, pero ¿sólo los gobernantes, los que tienen responsabilidad social son idiotas? ¿no somos cada uno un poco idiotas y vamos a nuestro aire, sin pensar en los demás, o sólo utilizando a los demás para que ellos puedan llenar nuestros vacíos?. Creo que tenemos que dejar todos de ser idiotas, todos...

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  4. Sí, tienes razón. Pero el texto ya dice claramente que en su significado original, idiota era "todo aquel que se preocupaba sólo de sí mismo, de sus asuntos personales, sin prestar atención a los asuntos públicos", por lo que es fácil deducir que el término no se aplicaba ni implicaba únicamente a los gobernantes.

    Pero aun aceptando que todos podemos ser idiotas, entiendo que no lo somos en el mismo grado. Es muy grave que quienes han sido elegidos para ocuparse de los asuntos públicos, cobrando grandes sueldos que salen del dinero de todos, se dediquen a sus asuntos personales. El resto de los idiotas después de ocuparnos de poder llegar a fin de mes, deberíamos arrimar el hombro para que la sociedad funcione y erradicar la desidia por lo público que se nos ha ido contangiando a todos.
    En este sentido, tienes razón en que algo tenemos todos de idiotas, pero la responsabilidad y la gravedad es muy distinta.

    En cualquier caso, gracias por tu interés, "Anónimo"; un nick, por cierto, nada público ni comprometido, y, desde luego, un tanto paradójico, teniendo en cuenta tu explícito acuerdo con el originario significado del término del que estamos tratando.

    Un cordial saludo.

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  5. Hola, Male:
    Gracias por tu comentario y por la invitación.
    Estuve mirando tu blog y me gustó mucho.
    Seguiremos en contacto.
    Carmen.

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  6. Que sorpresa!! andaba investigando acerca del efecto pigmalión y me he encontrado con tu blog, la sorpresa es que somos colegas, tambien soy profe de filosofía en uruguay. Hace muy poquito que me hice mi blog, me gustaria seguir el tuyo y que podamos intercambiar...Virginia

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  7. Hola Carmen, luego de leer algunas publicaciones mas de tu blog, es tan reconfortante encontrar almas hermanas, ese amor que es expresas por tu vocación, y muchas ideas afines que siento compartir contigo...y en tanto te leo me leo.
    Saludos desde Uruguay
    Virginia

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  8. Hola, Virginia:

    Muchas gracias por tus palabras y me encantaría que pudiésemos intercambiar ideas y materiales ya que somos colegas. Voy a visitar tu blog.
    Perdona por haber tardado tanto en contestarte pero ando superlíada con tantos asuntos estos días.
    Además de este blog, mi amigo Quique y yo, tenemos un blog donde participan los alumnos, se llama "Cartas devueltas" puedes acceder a él mediante el enlace de la derecha del blog.
    Este blog es fruto de mis artículos publicados en un periódico local llamado "Primera edición".
    En el otro blog trabajamos textos actuales y videos musicales. Los alumnos comentan y les corregimos los comentarios.
    Mi email es: elserparasi@hotmail.com
    Pienso que así será más fácil estar en contacto.
    Me gustaría mucho que llegásemos a ser amigas.
    Un abrazo muy fuerte.
    Carmen

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  9. Hola Carmen:

    Me alegro de que me aclares lo que significa la palabra “idiota”, ya que la suelo utilizar muy a menudo, sin saber hasta ahora lo que significaba. De ahora en adelante sabré cuando, como y con quien utilizarla. Estoy de acuerdo contigo que la gran mayoría de los políticos y muchas otras personas que tienen cargos públicos son unos auténticos “idiotas”. Creo y según dices, estas personas tan solo saben mirarse su ombligo y no están a la altura del cargo que desempeñan. Este tipo de cargos se tendrían que reservar a las personas que realmente tengan vocación y muchas ganas de hacer cosas por los demás.

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  10. Hola, Iván:

    Ya ves lo importante que es conocer el significado originario de los términos que tan a menudo utilizamos.

    Tampoco hay que olvidar que toda Lengua es algo vivo que con el tiempo y su uso va cambiando, enriqueciendo, o empobreciendo, los significados de muchas palabras. Si no fuese así, aún hablaríamos como en el tiempo de Cervantes.

    En cualquier caso, me alegro de haberte aclarado el origen del término "idiota", y, por supuesto, no voy a enfadarme porque estés de acuerdo con la opinión que sostengo en mi artículo.

    Un saludo, Iván.

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