domingo, 13 de junio de 2010

¿Quieres un abrazo comunitario?

Hay un lado en nuestro ser humano que transforma, que es capaz de convertir en segundos la mezquindad en inocencia, que acoge el dolor de verdad y lo alivia.

¿Qué misterio guarda la vida en su interior que es capaz de transformar el sufrimiento inútil -fruto de la envidia, el miedo o simplemente la sinrazón- en un acto espontáneo de generosidad?

Qué cerca queda lo bueno de lo malo. Esa línea tan sutil y tan sencilla de atravesar cuando nos domina el orgullo o la prepotencia, golpeando al otro con nuestra propia insatisfacción vital.

Pero justo en ese dolor que retuerce las entrañas, nacen flores que te besan con sus pétalos y mariposas que vuelan hacia ti, llevándose partes de tu pesar entre sus alas para que pese menos.

Y sientes que el aire te abre los pulmones ayudado por los abrazos que, como un halo mágico, te calman y protegen de los francotiradores y sus irracionales ansias de disparar.
Existiendo la alegría de vivir, ¿no es absurdo dedicar la vida a entristecer la vida de los demás? Es algo que a menudo me pregunto.

Ojalá sepa yo ser mariposa o flor que se impregne del dolor, sea de quien sea, para hacerlo más liviano. Que no sienta el sufrimiento del otro como algo insoportable, como una agresión a mi calidad de vida, sino, muy al contrario, como una oportunidad para vivir la calidad humana.

Esta reflexión me la inspiraron tres de mis alumnas -Mónica, Maite y Judit- una mañana gris de Junio y con vosotros la he querido compartir, deseando que digáis conmigo: ¡Sí, quiero “un abrazo comunitario”!

4 comentarios:

  1. Sergio Barajas Cruz 4º ESO B17 de enero de 2011, 17:18

    Hola Carmen:

    Todos y todas cometemos muchos errores a lo largo de nuestra vida que acabamos pagando poco después, uno de los errores más grandes que cometemos es el de dejarnos llevar por los comentarios que la gente hace en contra nuestra. Nos quedamos con el dolor y con la duda de saber que alguien nos insulta a las espaldas, sin tener ni siquiera un indicio de que esto sea verdad. Entonces, comienzas a juzgar a personas que "a lo mejor" no tienen nada en tu contra, por haber creido cosas que no son ciertas de personas que realmente no te quieren hacer daño.

    Pienso que nunca se debe confiar en nadie, ni en tu mejor amigo o amiga, porque, pueden ser infinidad de casos por los que se den estas situaciones, entre uno de los más destacados creo que está la envidia por algún compañero, amigo por ser más bueno en algo y querer apartarle de su vida para que nunca llegue a ser lo que quiere. Pienso que el mejor remedio para esto es no hacer caso a nadie y dejar de pensar en estas cosas y pienso que todos necesitamos un abrazo.

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  2. Hola, Sergio:
    No confiar en nadie no nos hace bien, establecer vínculos sanos es necesario para vivir. No somos tan fuertes, necesitamos abrazos y confianza, confiar en otros y que confíen en nosotros. Así que procura construir relaciones auténticas, lo que no quiere decir perfectas. Los demás te fallarán y tú a los demás, pero tener fallos no quiere decir que no podamos confiar los unos en los otros.
    Perdonar es necesario en cualquier relación humana Sergio. Procura no juzgar a los demás porque cuando hacemos juicios sufrimos nosotros también.
    Y por favor no te aisles por miedo a sufrir, el dolor forma parte de la vida, lo que no implica sufrir inútilmente.
    También puedes intentar dar tú abrazos cuando te salgan, te hará bien.

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  3. Hola Carmen:
    Yo pienso que si tienes algún problema, lo no que hay que hacer nunca, es guardarlo para ti mismo o dejar que pase el problema, porque lo más probable es que el problema vaya siendo más grande y se te vaya acumulando.
    Una posible solución que podría dar es hablar las cosas con esa persona y ayudarla a ser feliz cada día, por ejemplo dando un abrazo y que le haga sentir mejor a la otra persona, yo pienso que eso, dar un abrazo ayuda a resolver los problemas y ayuda a vivir mejor.
    Víctor de la Peña Palomo 4º A.

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  4. Hola, Víctor:
    Este artículo nació de un día de esos en que te pasa algo muy doloroso fruto de un trato injusto.
    Para mí fue un mal momento que pasó, pero como la vida es maravillosa, justo cuando estás pasando un mal momento te encuentras a alguien dispuesto a consolarte. Así pasó, la compresión vino de tres de mis alumnas, ellas se acercaron a mi y me dieron un abrazo cuando yo más lo necesitaba.
    Ojalá todos seamos capaces de brindar un abrazo a quien lo necesite.
    Tienes algún error de redacción: "Lo no que hay que hacer nunca" entiendo que lo correcto sería "lo que no hay que hacer nunca".
    Y otra cosa importante es que cuando hagas un comentario debes poner tu nombre para que no aparezca como anónimo. Lee las instrucciones que os di al principio de curso por favor.
    Hasta pronto.

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