¿Qué es el éxito? Según a quien preguntemos obtendremos diversas respuestas.
Para mí es apasionarse con nuestro quehacer, disfrutando a cada instante sin importar los resultados. Se trata de una vivencia única que achica el tiempo transformando los segundos en intensidad vivida. Cuando consigues instalarte en este estado, la vida vuela y la satisfacción interior crece llenándote los pulmones de ilusiones nuevas.
Si además, de forma inesperada, llega el reconocimiento a tu concienzuda tarea, la alegría estalla y la reacción inmediata es conectar con las personas a quienes quieres de verdad para comunicárselo y que se alegren contigo. Es un instante de pura exaltación que te sube a las nubes, una embriaguez que por un momento te hace sentir como "la reina del mambo".
El proceso del éxito es largo, silencioso, preciso y duradero, mientras que el reconocimiento es intenso, explosivo, breve y perecedero. En la construcción del éxito mandas tú, pues tú decides y de ti depende todo. Te sientes libre, creativo y satisfecho. El reconocimiento, en cambio, siempre llega de la mano de los otros. Esa valoración exterior de tu tarea te hace sentir feliz, sí, pero sabes que lo realmente importante ha sido el arduo proceso que te ha conducido hasta allí.
No miento si digo que esta experiencia la hemos vivido mi amigo Quique y yo trabajando juntos en tres blogs que nacieron en septiembre de 2009 con la idea de utilizar la red como medio para educar. En ellos han participado muchos alumnos de ESO y de bachillerato mediante sus actividades y comentarios a los textos y canciones allí expuestos. Han sido muchas las horas dedicadas a esta aventura, e ilusionantes los resultados obtenidos con nuestros alumnos. Hacerlo y vivirlo cada día con ellos ha sido nuestro éxito.
Y el reconocimiento ha venido de la mano de Europa a través del "II Concurso de Blogs Espacio Europa". Nuestro blog “Cartas devueltas” ha ganado el 1º premio como blog educativo y estaremos en Bruselas el día 14 de Julio representando a España.
Por esto, queremos compartir nuestra alegría con vosotros, y muy especialmente con los coprotagonistas de esta aventura: los alumnos que han llenado de sentido nuestra dedicación al blog.
¡Enhorabuena chicos y chicas! Hemos tenido éxito y, además, reconocimiento.
Para mí es apasionarse con nuestro quehacer, disfrutando a cada instante sin importar los resultados. Se trata de una vivencia única que achica el tiempo transformando los segundos en intensidad vivida. Cuando consigues instalarte en este estado, la vida vuela y la satisfacción interior crece llenándote los pulmones de ilusiones nuevas.
Si además, de forma inesperada, llega el reconocimiento a tu concienzuda tarea, la alegría estalla y la reacción inmediata es conectar con las personas a quienes quieres de verdad para comunicárselo y que se alegren contigo. Es un instante de pura exaltación que te sube a las nubes, una embriaguez que por un momento te hace sentir como "la reina del mambo".
El proceso del éxito es largo, silencioso, preciso y duradero, mientras que el reconocimiento es intenso, explosivo, breve y perecedero. En la construcción del éxito mandas tú, pues tú decides y de ti depende todo. Te sientes libre, creativo y satisfecho. El reconocimiento, en cambio, siempre llega de la mano de los otros. Esa valoración exterior de tu tarea te hace sentir feliz, sí, pero sabes que lo realmente importante ha sido el arduo proceso que te ha conducido hasta allí.
No miento si digo que esta experiencia la hemos vivido mi amigo Quique y yo trabajando juntos en tres blogs que nacieron en septiembre de 2009 con la idea de utilizar la red como medio para educar. En ellos han participado muchos alumnos de ESO y de bachillerato mediante sus actividades y comentarios a los textos y canciones allí expuestos. Han sido muchas las horas dedicadas a esta aventura, e ilusionantes los resultados obtenidos con nuestros alumnos. Hacerlo y vivirlo cada día con ellos ha sido nuestro éxito.
Y el reconocimiento ha venido de la mano de Europa a través del "II Concurso de Blogs Espacio Europa". Nuestro blog “Cartas devueltas” ha ganado el 1º premio como blog educativo y estaremos en Bruselas el día 14 de Julio representando a España.
Por esto, queremos compartir nuestra alegría con vosotros, y muy especialmente con los coprotagonistas de esta aventura: los alumnos que han llenado de sentido nuestra dedicación al blog.
¡Enhorabuena chicos y chicas! Hemos tenido éxito y, además, reconocimiento.
¡Enhorabuena por el trabajo bien hecho! y gracias por lo que recibo. Mil besos
ResponderEliminar¡Gracias, Martina! Eres un encanto.
ResponderEliminarEspero que durante este curso, entre todos logremos mantener, o incluso subir un pelín, el listón.
Nos vemos.
Hola Carmen:
ResponderEliminarEn primer lugar felicidades por el premio y sobre todo por currarte día a día el blog. Y, segundo: coincido contigo en casi todas las ideas que expresas en el texto, pero mi duda surge en torno a la felicidad que nos causa el reconocimiento de los demás. He buscado el significado de "reconocimiento" pero no he encontrado uno que se pueda aplicar a este contexto así que desde mi punto de vista, lo entiendo como algo que ocurre cuando los demás reconocen el valor de nuestra obra, pero ¿por qué el hecho de que algunas personas piensen igual que nosotros, o que les guste mi obra, nos produce tanta felicidad?
En tu caso creo que en menor medida, pero existen muchas personas para las cuales el reconocimiento de los demás supone una alegría incontrolable e insuperable, hay gente que afirma incluso que la fuerza más poderosa que mueve al hombre la constituye el alcanzar el reconocimiento de los demás (y por si no fuera poco impresionante, ¡esta afirmación la encontré en un foro de filosofía!).
Mi opinión es que en el fondo cuanto mayor es la inseguridad de una persona en sí misma y en su obra, más importante le resulta el reconocimiento de los demás, y preocupantemente esto quiere decir, que a nuestro alrededor constantemente hay cientos de personas inseguras ¿no crees?
Un saludo.
Hola, José:
ResponderEliminarGracias por tus amables palabras. Es verdad que atender diariamente el blog es un curro importante; pero lo doy por bien empleado, al ver que los que participáis en él sacáis buen provecho de esta herramienta pedagógica que entre todos hemos puesto en marcha.
El concepto de “reconocimiento” puede analizarse desde tantos prismas que, forzosamente, deberé escoger los más esenciales. Pero si quieres hacerte una idea más amplia, bastará con que busques en un buen diccionario de sinónimos todo el amplio listado de términos asociados significativamente a este concepto.
El reconocimiento es, antes que nada, un requisito vital para sobrevivir. Toda madre de cualquier especie (también la humana), reconoce a sus cachorros, y por esto los cuida y alimenta. Si no los reconoce, los rechaza, y estos mueren, a no ser que sean adoptados por otra madre, cosa no muy frecuente. Así, entre las leyes de supervivencia está la del reconocimiento.
Pero no sólo necesitamos ser reconocidos por nuestros padres; también necesitamos el reconocimiento del grupo social con el que coexistimos. Si no somos aceptamos por el grupo, si somos excluidos de él, caemos en la marginación, una especie de muerte psicológica que nos aboca, tarde o temprano, a la autodestrucción y, finalmente, a la muerte definitiva.
Necesitamos ser reconocidos, porque sin los otros no es posible existir. Somos seres sociales. Ya lo dijo Pascal: “Por muchas riquezas que el hombre posea, y por grandes que sean la salud y las comodidades que disfrute, no se siente satisfecho si no cuenta con la estimación de los demás".
Yo creo que este enfoque puede disipar parte de tus dudas, y explicar el bienestar que nos causa se “reconocidos socialmente”, de igual forma que nos hace comprender la dolorosa desolación de quien, por no ser reconocido, pasa a ser “un nadie”; alguien que, existiendo, en realidad no existe.
El enfoque que tú le has dado al concepto de reconocimiento, también es válido. Es verdad que ciertas personas necesitan ese reconocimiento social de un modo exagerado, casi patológico. Y uno de los motivos, como bien apuntas, es la gran inseguridad que padecen.
En fin, José. El tema da para mucho más, pero ya tienes unas líneas para seguir ahondando, si así lo deseas.
No quiero dejar de felicitarte por el curioso e interesante enfoque que siempre planteas sobre los distintos temas, y, desde luego, animarte a que no dejes ese camino, pues aunque no te garantice una vida lujosa, sin duda, aburrida no lo será.
Hacía días que no tenía nada que corregirte. Bueno, hoy toca. Te entregaré las correcciones en mano.
Un saludo.
Hola, Carmen:
ResponderEliminarComo bien dijo José,siempre nos hace más feliz el reconocimiento de alguien cuando crees que no has logrado hacer algo o muestras inseguridad ante lo que has hecho. Puede que en esos casos el reconocimiento no esté de más, es un aliciente que hace que seas más positivo, o sea, más seguro.
Pero creo que deberíamos de aprender a convivir sin ese reconocimiento, sin esa estimación, y conformarnos tan solo con el éxito, con tu satisfacción interior. Y digo esto porque si no hay reconocimiento aparece la frustración y por consiguiente el fracaso. ¿A quién no le gusta que se le aplauda por un buen trabajo o se le premie? A todos, sí, a todos nos encanta, y en esta sociedad, carente de valores, deberíamos de aprender a vivir sin ese reconocimiento porque a la larga seremos más felices. Y con esto no quiero decir que no sea partidaria del reconocimiento, sino que ya que esta sociedad no nos brinda la oportunidad de sentirnos apreciados y valiosos, tendremos que buscar otro recurso que nos haga sentir bien, y ese recurso es el éxito, porque sólo depende de mí. Tampoco soy partidaria del conformismo, y mi actitud en este caso parecerá conformista, pero como no puedo hacer frente a este problema social, intento llevar a cabo algo que no me afecte.
Un saludo.
Mi querida Tamara:
ResponderEliminarSé de lo que hablas, seguir adelante en el anonimato, que seas valorado igual que los demás aunque tu esfuerzo sea superior, crea insatisfacción; pero si eres capaz de olvidarte del reconocimiento exterior entonces serás feliz con lo que eres y con lo que has logrado.
Yo te animo a que te esfuerces en aquello que es válido para ti, si los demás lo ven, bien por ellos, y si no lo ven, intentar que te afecte lo menos posible es la mejor postura para disfrutar sin frustración.
Es una postura sabia esta que anuncias en tu escrito. No te canses y mira hacia adelante.
Yo quiero decirte que valoro tu esfuerzo diario y tus ganas de ser tu misma por encima de todo, lo veo y te lo valoro mucho.
Un abrazo.