Un año recién estrenado, miles de segundos nos aguardan, y dicen que es el momento de los buenos propósitos: dejar de fumar, hacer dieta, algo de ejercicio, retomar el viejo proyecto olvidado en el cajón o trabajar algún aspecto personal que nos ayude a vivir mejor con nosotros mismos y con los demás.
Dividir la vida en unidades de tiempo como días, meses, años es una característica humana que, supongo, nos impuso la madre naturaleza con sus ritmos biológicos. Y de ahí, que anualmente celebremos nuestro cumpleaños y socialmente el nacimiento del nuevo año.
Cuenta Marlo Morgan en su precioso libro “Las voces del desierto” que en una tribu australiana los cumpleaños se celebran exclusivamente cuando la persona considera que ha crecido en algún aspecto de su persona. Sólo entonces, reúne a sus amigos y lo festejan juntos porque hay algo verdadero e importante que lo justifica.
En cambio, aquí, en nuestro mundo occidental, festejar el cumpleaños no tiene mayor significado que rememorar la fecha de un nacimiento. Y lo celebramos, sí, aunque a partir de cierta edad no nos haga demasiada gracia lo de cumplir años. Dicen que envejecer es “aprender a perderlo todo”. Contradicciones de nuestra vida.
Desde mi mesa de trabajo, horno paciente donde, mes a mes, se cuece esta columna, me dispongo a dar las gracias a todas esas personas que al leer mis palabras, han dado más sentido al hecho de escribirlas.
Os diré que lancé tres globos al cielo después de las uvas. Tres globos que contenían tres deseos. Y uno de ellos fue este: ojalá que los ciudadanos de Torrijos lleguemos a ser en el futuro un pueblo tal y como lo entendía Agustín de Hipona: “Un grupo de personas que trabajan juntas por buscar el bien de todos.”
Gracias torrijeños y torrijeñas por vuestras palabras de reconocimiento a mi aportación en este periódico. Vuestros comentarios, siempre positivos, sencillos, sinceros, me han proporcionado mucha alegría al escucharlos de vuestra voz o leerlos en el blog.
Gracias a todos y que el paso de los días en el 2010 cobre un nuevo e iluminador significado en nuestras vidas. Este deseo sobrevoló el cielo nocturno de Torrijos dentro de un globo color verde esperanza.
Al globo verde esperanza
ResponderEliminarel viento verde lo lleva
por el cielo de esmeralda.
El verde adiós de su estela
no deja que se adivine
si es liberada o si escapa.
Espera, niña, no temas
que la esperanza no vuelva.
Sonríe, porque en tu pecho
late un esperanza nueva.
¡Feliz y esperanzado 2010 para todas y todos!
Hola Carmen, feliz año nuevo, soy Alberto anónimo, comentamos allá por Agosto. Te he hecho un nuevo cometario en tu precioso poema "Bailar los tiempos". Un afectuoso saludo. Feliz año nuevo, una vez más.
ResponderEliminarEfectivamente, las fiestas de cumpleaños para nosotros los occidentales, no hacen más que servir a nuestro gran Dios, El Consumismo. Y cuando con la edad, nos sentimos más viejos y menos útiles; y además recibimos menos regalos, o nunca el regalo que deseamos, se pierden las ganas de celebrar una fiesta, para la cual no encontramos sentido. Hace ya tiempo que yo no celebro mi cumpleaños,lo que sí voy a empezar a festejar es, ya no sólo el cumplimiento de una meta propuesta hace largo tiempo, sino también todos aquellos descubrimientos, y aprendizajes personales que mejoran mi vida y la de cuantos me rodean.
ResponderEliminarUn abrazo Carmen.
Hola Carmen, te felicito por tus reflexiones, esta bien que algunas personas se dediquen a pensar. Este domingo hemos leído el Himno a Caridad de San Pablo, creo que es uno de los textos más sublimes sobre el amor que se han escrito. Y seguramente, los globos verdes, que se lanzaron al comenzar el año se harán realidad si empezamos a vivir aquello que Pablo de Tarso nos enseña: "el amor es comprensivo, es servicial, no es egoísta..."
ResponderEliminarHola Janet,
ResponderEliminarGracias por tu bonito comentario. Ojalá encontremos una alternativa de verdad a este sistema capitalista y enfermizo que nos tiene cautivos. Creo que somos muchos ya los que vamos tomando conciencia de que la vida no se llena de sentido a golpe de tarjeta de crédito, ahora sólo queda llenarla de amistades, conocimiento y buenas obras.
Un abrazo muy fuerte
Gracias por tu comentario. El día de mi boda elegí ese texto para la misa porque me parecía un texto auténtico y precioso. Después descubrí que vivir su mensaje es difícil y no basta con tu única voluntad. Aún así lo sigo intentando cada día en aquellas cosas que dependen de mí. No sé si lo logro o no, pero procuro no perder mucha energía en culpabilizarme por no conseguirlo y siempre espero encontrar la luz suficiente para no dejar de intentarlo una vez más.
ResponderEliminarHola Carmen:
ResponderEliminarMe ha gustado mucho lo del globo, y me he puesto ha pensar sobre que tres deseos pediría yo, y la verdad es que no lo se, porque hay tantas cosas que deseo. Pero no son cosas materiales, sino, buenos deseos para los demás. El día de año nuevo lanzaré tres globos al cielo.
Tienes mucha razón al decir que los cumpleaños los celebramos para rememorar el día de nuestro nacimiento y no cuando hayamos aprendido algo bueno para aplicarlo a nuestra vida, pero yo creo un cumpleaños sirve también para unir a tus amigos y pasar un buen rato.
Para que cuando hayan pasado los años te acuerdes de tus cumpleaños y tus amigos y lo bien que lo pasasteis juntos.
Esta es mi opinión, pero mucha gente lo celebra por celebrar.
Hasta pronto
Un beso
Hola María:
ResponderEliminarSeguro que cuando llegue el momento de soltar tus tres globos sabrás qué tres deseos pedir. Lo importante es, como tu dices, que sean tres buenos deseos que favorezcan a otras personas (y también a ti misma)... y hacer lo posible, en el día a día, para que esos deseos se cumplan...
Los cumpleaños se celebran de muchos modos: por costumbre, por compartir un día especial con la familia, los amigos, los seres queridos.
Lo importante es que sea una celebración, un momento de alegría y diversión compartido. Así que tu idea de la celebración de un cumpleaños o santo es muy positiva y une más a las personas que participan. Todo acto que sea de celebración o de alegría compartida es bueno.
Un beso, María.
Hola Carmen...
ResponderEliminarHe elegido este texto porque dentro de poco entraremos en el 2011; y yo también creo que al empezar el nuevo año es el momento de renovar todos nuestros mejores deseos, cada año lo hago, me propongo empezar de cero y hacer las cosas mejor.
Además me gusta hacerlo, porque así empiezo con más ilusión, como si viera más clara la posibilidad de superarme a mí misma en todos los aspectos.
Me ha gustado la idea de soltar un globo color verde esperanza, este año lo haré, y le llenaré con mis mejores deseos “ojalá se cumplan”.
Hola, Débora:
ResponderEliminarParece que fue ayer cuando el día 31 lanzamos los globos al aire cargados con nuestro deseos.
Espero que se cumplan tus deseos, yo, por mi parte, volveré a repetir el ritual este año y me acordaré de ti.
Te señalo que al principio del comentario es mejor que escribas:
Hola, Carmen:
Y en la línea siguiente continuas escribiendo el comentario.
Hasta pronto.