martes, 13 de octubre de 2009

*Alicia en el país de las tachaduras

Hoy me gustaría que reflexionáramos juntos sobre la importancia del borrador y que fuéramos más allá de su consabida utilidad para descubrir su esencial valor.

El borrador es como un mapa que nos muestra nuestro recorrido. En él podemos ver, paso a paso, cómo se va desarrollando nuestro hacer, pero también cómo nosotros mismos vamos evolucionando y transformándonos a la par que trabajamos en él. Y es que el borrador de nuestro proyecto (cualquiera que sea) siempre nos dirá más de nuestro andar que de nuestra meta.

El proceso es un cuerpo a cuerpo con las dificultades, es donde surgen los accidentes, los imprevistos y cómo nos enfrentamos a ellos. Recoge ese momento donde podemos disfrutar del derecho a equivocarnos sin penalización; a fin de cuentas es tan sólo un boceto que puede ser sustituido o anulado por otro, y no pasa nada.

El trabajo en sucio es como un espacio protegido donde sólo habitamos nosotros y nuestro quehacer; es el lugar del tachón, del garabateo, de las ideas dispersas, de los ensayos infructuosos. Mientras estamos enfrascados allí, el tiempo vuela y nuestra mente se siente viva, dinámica, creativa, porque en un borrador nada es fijo.

En ese país de las tachaduras no estamos obligados a vestirnos con el inmaculado traje de los domingos, esas ropas exquisitas que nos impiden trabajar y divertirnos porque nos sentimos presionados por los resultados, la nota, o la etiqueta de apto o no apto, ignorando aspectos esenciales puestos en el asunto como por ejemplo la ilusión, el entusiasmo y el placer de habernos sentido activos, capaces.

Todos tenemos experiencias en las que hemos trabajado mucho y no hemos obtenido los resultados esperados o, peor aún, otros se han apuntado “el tanto”.
También sabemos de éxitos apabullantes concedidos a personas que ni tan siquiera han participado en el proyecto. Siendo así, ¿no sería mejor centrarnos más en el desarrollo personal, que siempre es nuestro, que en el rendimiento, que no deja de ser algo que depende más de otros: de los que juzgan, evalúan o “mandan”?

Disfrutemos pues de los procesos que nunca frustran y restemos importancia a ese éxito final supeditado a circunstancias ajenas a nosotros y que tantas veces resulta decepcionante.

El borrador, en definitiva, nos habla del atractivo de aprender, que no es otro que el de enriquecerse creando.

36 comentarios:

  1. Ya conocemos lo que se dice: "lo importante es el camino, no la meta".

    Cuán felices o desdichados; cuán valientes o cobardes; cuán fuertes o débiles podemos mostrarnos en cada proyecto, en cada boceto, en cada borrador.

    Pero al final, miramos el dibujo en el espejo y nos preguntamos ¿y si no hubiera borrado aquella fecha; y si hubiera dibujado aquel lunar; y si no hubiera tachado aquel teléfono?

    ResponderEliminar
  2. Y es así como en la vejez nos "consuela" la nostalgia, ¿verdad Rogelio?

    ResponderEliminar
  3. No sé, es una simple sensación sin trascendencia: la sensación que me produce este escrito de Alicia y sus tachaduras es la de estar más que ante un humilde borrador, la sensación de estar ante un manifiesto egolátrico o de adoración a uno mismo y sus aprendidos errores. Es una simple sensación, no le hagas caso, escritora, detrás del escrito se vislumbra tu intención de ánimo en el proceso de la vida.

    ResponderEliminar
  4. Pues debe ser que no se entienden las palabras como deben ser entendidas. Me pregunto ¿serán las palabras o será quien las lee? Sólo pretendía hablar de que lo importante en la vida es el proceso y no la meta. El borrador representa precisamente el camino, el esfuerzo, el trabajo personal. Si a ti te parece que esto es egolatría, deberías argumentarlo y no lanzar acusaciones al aire.
    Es más honesto y más útil para los que lean este blog, pues se podrán beneficiar de la crítica.
    Un saludo

    ResponderEliminar
  5. Y digo yo, cuánto ha de costar saber quién se oculta tras ese "anónimo", más aún cuando me trata con tanta familiaridad, e insulta a Carmen con tanta ligereza.

    En cualquier caso, desconocida o desconocido "anónimo", te diré, respecto a tu "sensación sin trascendencia", que la nueva gramática ya está a la venta; en ella aprenderás -también en el diccionario- que una sensación es la impresión que producen las cosas por medio de los sentidos. De manera que si has tenido una sensación al leer el artículo, ésta habrá tenido que ser trascendente, en el sentido de importante; si no, no se entiende tu lenguaraz salida de tono.

    En cuanto a lo de la vejez y la nostalgia, sólo te recordaré lo que nos dice al respecto Salvador Pániker (corre a buscar a wikipedia quién es y en qué equipo de fúlbol juega), que la juventud de un ser humano no se mide por los años que tiene, sino por la curiosidad que almacena. Y en este punto me temo que tanto Carmen como yo te ganamos por diferencia en juventud

    ResponderEliminar
  6. Disculpa Carmen, soy Pilar, la anónima del comentario sobre lo egolátrico de tu artículo. No se trata de insulto alguno, perdona si así le parece a tu "erudito" y "joven" amigo, que ya veo siempre es como un eco o moscardón-adulador-repetidor (disculpe usted, don Rogelio) de tu discurso y letra en tus artículos. ¡Me abruma y sobrecoge su sabiduría!. Agradezco sus lecciones gramaticales, futbolístico-psicológico-wikipédicas a propósito de la vejez. Tomo nota.¡"Caballero" defensor!, disculpe, no quería ofenderle ni a usted (con lo de "viejo" y nostálico), ni a su "joven dama". Me resulta usted "curioso" y joven.Perdone por mi "familiaridad", ciertamente aún no hemos comido juntos en la misma mesa.Doña Pilar.

    Bobadas intelectualoides a parte , atendiendo a tu petición de argumentación sin acusaciones, te digo Carmen:

    1º)No te quedes sólo con la mitad de mi comentario, al final de él te digo que no le hagas caso a esa simple sensación, que también en tu artículo se vislumbra tu intención de ánimo en el proceso de la vida. Creo que esto no es una acusación, ni un insulto, sino un comentario positivo, también sin argumentar (y, por favor Rogelio, te pido evites explicarme qué significa la palabra "vislumbrar", ahora ya estoy hablando con Carmen)

    2º)Me producían la sensación de egolátrico con respecto al proceso-boceto de vivir algunas frases del artículo; por ejemplo: "el placer de habernos sentido activos" unida a la frase de experiencias en las que "otros se han apuntado el tanto", m da la sensación, y puedo equivocarme, de que pones por encima del "tanto" (egolatría) tu "placer de sentirte activa", con cierto rencor al no reconocérsete tu actividad y darles el "tanto" a otros a los que llamas "otros: los que juzgan, evalúan o mandan".Y me pregunto: ¿a caso no estas tú "juzgando, evaluando o mandando" poner atención al proceso y no a la meta en este artículo?,¿a caso no estás tú evaluando y juzgndo como mejor, y en tanto mejor superior, al proceso que a la meta en este artículo?,¿a caso no estás sintiéndote otra, sintiéndote mejor,diferente y "por encima" de los, llamémosles "mediocres buscadores de metas y notas"?. Esto son sólo preguntas que me hacía, no acusaciones. Y en lugar de plantearlas hablé de una "sensación sin trascendencia", queriéndole dar a esa expresión el significado de que "no trascendiera" en la molestia he visto te ha causado. "Simple" sensación, la llamo más abajo.

    3º)La "ilusión, el entusiasmo y el placer de habernos sentido activos, capaces" en el proceso de vivir son efectivamente, como dices, "aspectos esenciales" puestos en el asunto que a veces ignoramos. Tan esenciales y, no más, como la alegría o placer o ilusión que nos reporta un resultado, una nota o una meta superada, tras un proceso lleno de entusiasmo e ilusión. Entiendo que quieras ensalzar el proceso y no sólo el resultado, como se acostumbra hoy en día. Entiendo tu llamada de atención a este clásico tema de la importancia del proceso. Y, como decía al final de mi anterior comentario, el artículo también alienta a disfrutar del hermoso proceso vital, independiente de los resultados. Pero también me daba la sensación de que ponías demasiado acento en el proceso y la actividad y no sólo eso, sino de que lo ensalzas "por encima" de la meta y el resultado. Y eso es lo que "sentía" un tanto "ególatra". Sigo sintiédolo en el artículo, no obstante, y he tratado de argumentártelo como pedías, sin pretender tener razón o aleccionar, sino ser "honesta, útil y beneficiar con la crítica" a los que aquí leen y comentan, sobre todo aesos jóvenes alumnos con los que veo trabajas, más que a los eruditos. Disculpa, no pretendía insultar, ni acusar. Pilar.

    ResponderEliminar
  7. El médico de guardia7 de enero de 2010, 17:19

    "Anónima Pilar":

    Ni como lector periférico, ni como médico nuclear, poséo la facultad de recetar disculpas a nadie. Me temo que tal potestad sólo la tienen aquellos que con tus palabras o actos hayas podido ofender o, incluso, aburrir.

    Sí puedo, en cambio, aunque sólo desde la buena fe, prescribirte un antiguo remedio que seguido con fervor y al pie de la letra, a buen seguro habrá de procurarte esa serenidad de espíritu por la que tus largas y enrevesadas peroratas y contínuos cambios de nombre parecen desesperadamente clamar. Helo aquí, para tu uso o conveniencia:

    "Un modo sencillo y seguro de alejarse de la bajeza y dar un paso hacia la grandeza es no hablar mal de nadie".

    ResponderEliminar
  8. Muchas gracias don Rogelio, no sabía que a parte de "erudito y bienhablado" eras "médico" y te dedicas a guardias bien pagadas. Evitaré contestarte más, tu erudición a parte de abrumarme me aburre. Adios majete, busca a otros a quien aconsejar y moralizar con esas citas y demas pamplinas "el que se pica ajos come". Yo prefiero hablar con Carmen. Doña Pilar, a mucha honrra.

    ResponderEliminar
  9. El médico de guardia7 de enero de 2010, 19:47

    Escúcheme por un momento, Doña Pilar, que en ello no le va la honra:

    Se equivoca al achacar a quien usted llama "Don Rogelio", citas y demás pamplinas que él en ningún momento ha escrito.

    Veo que no le ha agradado mi sugerencia terapéutica. Bien, no la siga. Pero no se moleste por ello. Y menos con quien nada tiene que ver.

    En fin, creo que era de justicia aclararle esto.

    Cuídese mucho, "Doña Pilar".

    ResponderEliminar
  10. Don Rogelio, la JUSTICIA, las citas y las pamplinas moralizantes con las que nada tiene que ver en sus horas de médico de guardia:

    1)El dicho: "lo importante es el camino, no la meta".(¡¡¡¡eco, eco, eco, ecooooo!!!!), y detrás su prosa poética.
    2) Comercio justo: flautas y quenas en lugar de ipods y mp4, no es una cuestión de caridad, sino de justicia. (moralismo moderno, la caridad es medieval, la justicia contemporánea)
    3)De la poetización eco-moscardónica de globos verdes y esperanzas o adulación.
    4)Sobre las distintas visiones de la verdad y la razón: pluralismo y tolerancia cognoscitiva y cuentos hindúes, más eco y más moralina moderna, y más adulación.Sería más coherente hablar de "turismo justo", igual que de comercio justo.
    5)Antiguos remedios y prescripciones facultativas de un médico de guardia con buena fe:"Un modo sencilo y seguro de alejarse de la bajeza y dar un paso hacia la grandeza es no hablar mal de nadie". (Sí, y "también el que se pica ajos come", ¿o eso de la "sabiduría popular no va con usted por lo que de "vulgar" tiene?)
    6)Salvador Pániker y su equipo de futbol: la juventud no se mide por la edad, sino por la curiosidad que se almacena. Yo mido mi vejez por el cúmulo de ignorancias que atesoro, y no necesito sentirme joven y curiosa en mi virtuosa ignorancia senil. A cada edad lo suyo.
    7)Clases de latín sobre educar, educere, dominator, profesores y tal y tal y tal... ¡Uffff!, sin comentarios.

    En fin Don Rogelio, dejo ya de citar sus citas. Ya que carmen no contesta a mis argumentaciones, he decidido picarle a usted, de esto también pueden aprender y reir los lectores de este blog. Pueden reirse de la graciosa picardía de nuestros diálogos y su mordaraz lenguaje. ¡Atrévase con doña Pilar, hombre culto!, sus guardias médicass le dejan tiempo para ello, no hay tanto accidente. Venga, deme otra receta, me hacen reir mucho, no me molestan de verdad.Me divierten. Doña Pilar.

    ResponderEliminar
  11. Resulta que no sé quién es Pilar. Sin embargo, sé quién es Rogelio. También sé que el médico de guardia no es Rogelio. Y no comprendo estas ganas de pelea dialéctica sin ton ni son. ¿Diversión? No lo entiendo.

    ResponderEliminar
  12. ¿No lo entiendes?. Será que tienes poo sentido del humor.DP

    ResponderEliminar
  13. O será que entiendo otra cosa por sentido del humor.¿Hay humor en la descalificación sistemática a los demás?.

    ResponderEliminar
  14. Sí hay humor en ello, se llama ironía y sarcasmo: por ejemplo los chistes de lepe descalifican sistemáticamente a otros.Es un sentido del humor.

    ResponderEliminar
  15. EL SARCASMO es una burla malintencionada y descaradamente disfrazada, ironía mordaz y cruel con que se ofende o maltrata a alguien o algo. El sarcasmo es una crítica indirecta, pero la mayoría de las veces evidente. Se hace pasar por humor, pero no es más que una chanza hiriente, que no repara en criterios éticos con tal de hacer reír a costa de alguien.

    LA IRONÍA es la figura mediante la cual se da a entender lo contrario de lo que se dice. Se origina cuando, por el contexto, la entonación o el lenguaje da a entender lo contrario de lo que se está diciendo. Puede tener contenido humorístico, pero normalmente no es un humor positivo.

    EL SENTIDO DEL HUMOR, como todo, tiene sus límites. ¿Es posible hacer humor con el tema del Holocausto? Hay una delgada línea divisoria entre la posibilidad de "reírse de" y la de "reírse con".

    Escribe Comte-Sponville: "Se puede bromear acerca de todo: del fracaso, de la muerte, de la guerra, del amor, de la enfermedad, de la tortura, pero no de cualquier manera. Lo importante es que la risa agregue algo de alegría, algo de dulzura o de ligereza a la miseria del mundo, y no más odio, sufrimiento o desprecio.

    ResponderEliminar
  16. Hola carmen, me encanta lo que escrives en el la revista de Torrijos que me trae mi hija. Y tambien este página de internet, pero no me gusta lo que te pone esa doña Pilar. No se que quiere, pero no parece que sea buena persona, y sólo busca lios con los que te escriven. No le hagas caso y sigue escribiendo tus cosas. Y gracias por tus buenos deseos para los de nuestro pueblo.

    ResponderEliminar
  17. El médico de guardia13 de enero de 2010, 17:35

    “Doña Pilar”:

    ¿Por qué insiste en este obsesivo y abusivo acoso a los otros? ¿Por qué este iracundo empeño en ir sembrando cizaña en esta “tierra de besos” que no es suya? ¿Por qué esta falta de respeto a la propietaria de este jardín y a todos los que con buena fe paseamos por él? ¿Se siente acaso despechada con ella, o con la vida? ¿Sufre usted de estreñimiento, o de mal de amores, o de ambas cosas?
    He de aclararle que en tanto Doctor en psiquiatra, soy médico tanto del ánimo como del ánima. Y su sintomatología, sinceramente, me preocupa.

    Bien sabe usted que este blog no fue creado para ser pañuelo de sus lágrimas ni confesionario de sus iras; como bien sabe que las recetas no se expenden para hilaridad de los pacientes, sino para alivio de sus males e infortunios.

    Pero usted quiere reírse a toda costa. ¡Bien, hágalo! Tal vez sea ésta la única forma que usted conoce de llorar. Pero no me pida que participe de su chanza, que me ría con usted de su propia y patética pena, porque para mí el juramento hipocrático es mucho más que un compromiso piadoso; es un canto misericordioso que ninguna virtud o perversión pueden violentar.

    ¿Y por qué razón me reta, “Doña Pilar”? ¡Atrévase conmigo!, me dice. ¡Qué temeridad la suya! ¿No osará usted traspasar el límite que marcó el noble hidalgo Don Quijote y ver enemigos allí donde ni siquiera hay molinos de viento?

    Y aún así, usted me pide que le prescriba otra receta pues, según afirma, le divierten mucho. ¡Con que infantiles y absurdas simplezas se divierte usted, Doña Pilar! ¿No se divertiría más hinchando globitos de colores e ir soltándolos al aire, o saltando a la comba en el “Parque del Retiro”, con su faldita corta y un chupa-chup en su boquita para su alegría y la de algún que otro viejo verde de los que por allí rondan?
    La vida está llena de divertimentos, Doña Pilar. Pero no: ¡usted quiere una receta! Y no cualquier receta; quiere una receta mía.

    Pues bien, se la expenderé. Excepcionalmente y por última vez lo haré. Pero no para que se guasee de sí mismo ni de nadie, sino para que, siguiendo fielmente sus pautas, llegue a su alma el necesario sosiego y a su agitada mente el amor manso que todo lo calma.

    Esta vez se trata de una pócima de naturaleza lírico-hipocondríaca. Tómela en ayunas, a ser posible de rodillas, sin ira y sin alcohol, y récela… récela mucho y con verdadero fervor porque nadie sabe ni el día ni la hora.

    Hela aquí como bálsamo para adormecer sus males y despertar en usted al Lázaro santo que todos llevamos dentro:

    "Olvídelo todo, doña Pilar. Olvide la amargura, la injusticia, el cansancio. Y las maledicencias, las traiciones, los rencores. Olvide esa obsesión que le tiene tan agitada y los fracasos de toda una vida y los proyectos frustrados ya antes de ser proyectos. Y las envidias, las calumnias, las insidias como dientes entre la sonrisa. ¡Olvídelas! Líbrese de todo eso. Y respire muy hondo. Porque el aire puro es como el bostezo de un recién nacido que llena de esperanza y de alegría el corazón. Y entonces le llegará el bienestar del perdón, que no es más que la sanación de todas las heridas de la memoria; algo así como si nos formatearan el cerebro, pero no digitalmente, sino con humano amor”.

    En fin, Doña Pilar, como ya le he dicho, esta es mi última prescripción para usted, y estas mis últimas y definitivas palabras: ¡trate de vivir en paz, porque tanto la vida como la paz son dos grandes bendiciones y maldecido queda quien por despecho los desecha, cuando tanta humanidad muere a diario suspirando por ellos!

    ResponderEliminar
  18. A propósito de este despropósito, buscado por la ofuscación de doña Pilar, a quien el "médico de guardia" ya le ha recetado -con buen criterio- y ha diagnósticado -con acierto, supongo, siendo profano en la materia-, vienen al caso estos versos de don Antonio Machado (Campos de Castilla. 1912):

    "De diez cabezas, nueve
    embisten y una piensa.
    Nunca extrañéis que un bruto
    se descuerne por la idea"

    Ya sé Carmen que te dije que no haría comentario. Ahora no me queda claro si la estrofa es sarcástica o irónica.

    Como el médico, yo en esta partida también me planto.

    ResponderEliminar
  19. Unas palabras para Don Rogelio y el Sacerdote-médico-psiquiatra: "Podeis ir en paz", vuestra moralidad huele...demasiado, y no a las flores de este jardín.

    Hola Carmen, una pregunta: ¿alguna reflexión a propósito de la "argumentación" a aquella "sensación sin trascendencia" referida a la egolatría?. Gracias, un saludo. Doña Pilar.

    ResponderEliminar
  20. En mi opinión, Rogelio, la mención de esta estrofa de A. Machado la encuentro especialmente acertada, dada la pertinaz imcompostura de este histriónico y sufriente personaje que firma como Doña Pilar.

    Para ella iba mi comentario sobre el sentido del humor, la ironía y el sarcasmo, que la señora, con total frivolidad, pretende meter en el mismo saco.

    Una pena, la verdad. Si Don Antonio levantara la cabeza...

    ResponderEliminar
  21. ¿Quién no ha vivido alguna vez en el país de las tachaduras?

    Creo que todo el mundo, alguna vez en nuestra vida, hemos dado más importancia a la meta y no al camino.

    El camino es un valor muy importante ya que en él, descubrimos como somos, como actuamos ante cualquier situación difícil.

    Y la meta, es una recompensa por el transcurso de nuestro camino, si lo hemos hecho correctamente, la meta será satisfactoria, pero por el contrario, si lo hemos hecho mal, la meta no será muy buena.
    Pero de eso se aprende, de todo lo que en el camino hemos hecho mal.

    La verdad es que el camino es más satisfactorio, lo hagas bien o mal siempre te sentirás satisfecho con tu trabajo. Respecto a la meta, si lo consigues bien pero, ¿y si no lo consigues?

    Te amargas, entristezes y no te sientes orgulloso de tu esfuerzo y eso es una pena.

    ResponderEliminar
  22. Sonreir amorosamente ante un esfuerzo realizado tras el que no hemos coseguido llegar a una meta, es también algo que podemos aprender, ¿no crees Silvia?. Podemos aprender a alegrarnos de haber descubierto un error, en lugar de entristecernos o amargarnos por no haber conseguido una meta. ¿O no podemos elegir entre estas dos cosas?. Yo pienso que descubrir un error puede ser motivo de alegría y que lo triste y amargo sería que no nos diéramos cuenta de él nunca, y nunca supiéramos porqué no conseguimos lo que nos proponemos; para mí eso sería triste y amargo. Sea a lo largo del camino, o llegados a una meta, creo que siempre es posible aprender a ser dueños de nuestros sentimientos y no dejar que ellos sean dueños de nosotros.Yo no me pregunto si es más importante el camino o las metas, creo que ambas cosas tienen la importancia o valor que cada uno quiera darle. Lo que sí vivencio es que en el camino o las metas tengo sentimientos, y cada vez me doy más cuenta de qué sentimientos pueden dañarme y cuáles no. Y a los que me dañan, no les echo de mí porque es imposible, pero trato de acercarme a ellos cariñosamente y tratándo de sonreir les digo: "anda dame un beso y déjame seguir adelante, que tengo muchas ganas de vivir". Y entonces se calman. A mí esto me da resultado.

    ResponderEliminar
  23. silvia moreno cordoba 4a14 de enero de 2010, 21:47

    Estoy totalmente de acuerdo, con lo de sonreir ante un esfuerzo realizado, pero no conseguido. Ya que así, serás capaz de dar menos importancia a las cosas que te entristezen y podrás ser feliz con toda seguridad. Pero hay que aprenderlo jeje.

    Está claro que a los sentimientos que nos dañan no se les puede hechar de nuestras vidas, pero ya sabes cuáles te hacen daño y cuales no.

    Además al no conseguir una meta al principio seguramente te ofuscarás, pero luego ya lo verás de otra manera, pués ver las cosas que has aprendido a través de esa ruta, siempre acaba teniendo su recompensa.

    Y ya no te entristecerás por no haber conseguido tu objetivo, sino que intentarás repetirle, y corregir los fallos que anteriormente tuviste. ¿no crees?

    ResponderEliminar
  24. Bueno, me da alegría comprobar que se han guardado las espadas y que podemos hablar desde lo que somos cada uno pero sin desvalorizar lo que dicen los demás. Quiero dar las gracias a todas las aportaciones hechas a este artículo que escribí hace tiempo ya, con un solo propósito:animar a seguir adelante aunque no siempre consigamos lo que queríamos. En este sentido me reafirmo en lo dicho, entre las metas y el proceso, me quedo con el camino, aunque las metas nos motiven para caminar.
    Antes de acabar este comentario quiero decir gracias a la persona que se hace llamar torrijeña porque creo que sus palabras han puesto paz.Y por último agradecer a Pilar que se haya quitado el doña porque me gusta más el nuevo talante.

    ResponderEliminar
  25. Hola Silvia, me encanta ver tu proceso, observo con alegría día a día, tus ganas de aprender, de mejorar y de hacerte con las riendas de tu vida. Estás aprendiendo a valorar las cosas de otra manera, a construir tus propias opiniones y a luchar por ser mejor.
    Sólo comentarte que hay dos pequeños fallitos ortográficos en tu último comentario. Adivínalos.

    ResponderEliminar
  26. ¿Has observado alguna vez a un pequeño o pequeña que empieza a aprender a andar?, ¿has observado la voluntad con la que una y otra vez se levanta tras caer y la alegría que siente al volver a estar en equilibrio sobre sus dos piernecillas y ensayar de nuevo el paso o los pasos?. Al crecer no recordamos esa alegría y voluntad de nuestros primeros pasos infantiles, de nuestro levantarnos una y otra vez jugando a pesar de nuestras caídas. Olvidamos con frecuencia la alegría que reporta el juego de caminar y conseguir y más caminar, y conseguir, y caernos no dos veces, sino infinitas sin conseguir. Lo olvidamos cn frecuencia siendo adolescentes, jóvenes o maduros. Y un buen remedio contra ese natural olvido de nuestra alegría y voluntad en el juego de caminar, tropezar y volverse a levantar, es observar a esos pequeñuelos y pequeñuelas que están empezando y reir con ellos cada vez que lo consiguen y también cada vez que se caen sin haerse daño. Ellos son amigos de su tristeza, fracaso o error al caerse y, son amigos, porque esa tristeza, fracaso o error nunca les impide volver a levantarse, volver a andar, aunque tropiecen cien veces en el mismo error. Obsérvalo, verás como te hace sonreir, verás como te contagias de su risa al levantarse. Voluntad, juego, alegría son beos que le damos a nuestra también humana tristeza.

    ResponderEliminar
  27. El talante no es nuevo Carmen. Si te fijas, ya está en la argumentación que traté de hacerte tras el primer comentario. Ya entonces traté de que prestaras atención no sólo a mi sensación de egolaría, sino al vislumbre de tu intención en la que estimo que te reafirmes. Ya entonces te pedí disculpas por lo que llamaste acusación lanzada al aire, ya entonces fuí respetuosa. Ni tú ni el resto de "espadachines" han atendido a ese talante, sino sólo a los sarcasmos e ironías (humor negro) lanzadas de ego a ego. También de esto se aprende, ¿verdad?, también se aprende de observar en qué ponemos nuestra atención. En los comentarios de este artículo podemos observar todo un bonito paseo, o proceso de incursión en las emociones humanas. En fin, te saludo Carmen. Y a la torrijeña querría decirle: no se asuste usted mujer, que Carmen no dejará de escribir por esto y disculpe si creía que esa era mi intención. Pilar.

    ResponderEliminar
  28. Pilar entiendo tus preguntas, y las razono.
    Pero yo si que me doy cuenta, de las veces que he caido, y me he vuelto a levantar, de las veces que he cometido errores, y he intentado que no volviese a suceder.

    De las veces que he dicho cosas que han podido ofender, y no volverlas a decir, pero sobre todo he aprendido una cosa, y son pocos años los que tengo, que en mi vida voy aprendiendo cosas día a día.

    Cosas que me alegran, cosas que me entristezen, pero cosas que me ayudan a mejorar mi persona, y eso para mí es lo más importante, antes que el camino y la meta.

    Cada da su opinión desde su punto de vista, y no por eso vas a desvalorizar a los demás con tu comentario, simplemente, somos libres en la forma de pensar, y no todos pensamos igual y eso es lo bonito de la vida.

    Carmen mis dos fallitos creo que han sido:
    1. Ya lo verás, me sobra el ya, podía haber puesto lo verás.

    2. Después de punto y seguido, se empieza a escribir con mayúscula.

    Espero haber acertado jeje.

    ResponderEliminar
  29. Pues no, no has acertado, y además has vuelto a cometer el mismo. Me refería a "entristecen" que lo has escrito con z, y "pues" que has puesto tilde, y no lleva.
    !Es que debes estar agotada con la tarde que llevas de ordenador!

    ResponderEliminar
  30. !Vaya! jeje. Intentaré no cometer el mismo fallo.

    Aunque también tengo que decir, que he reducido mucho mi número de faltas ¿no?

    La verdad es que estoy agotada, pero es que me gustaba el tema del que estabamos hablando, y me apetecía seguir escribiendo jeje.

    ResponderEliminar
  31. María del Moral Lázaro 4A3 de febrero de 2010, 18:55

    Me uno a la comversación, me ha encantado la descripción del borrador y yo tengo casi la misma opinión que Silvia, solo cambiaría para mi una cosa, porque el camino es mucho más importante que la meta y si importa.

    Me gusta mucho la imaginación que destila el texto y me encanta. Además como Silvia dice, las veces que he caido e sabido levantarme y mis errores los e solucionado lo mejor posible.

    Para mi el borrador es mucho más importante que la buena presentación después, porque ahí se espresa tu verdadera opinión sobre las cosas aunque luego las taches, pero para eso vale para decir solo lo que quieres.

    Carmen lo de mi nombre lo voy a remediar y lo pondré con tilde.

    Asta pronto

    ResponderEliminar
  32. Hola María,
    Me alegro que hayas remediado lo de tu nombre. Ahora habrá que remediar otras muchas palabras. Por favor María, te pido que vuelvas a escribir el texto de nuevo en papel y me lo entregues pero esta vez sin faltas. He encontrado 7 faltas de ortografía incluídos acentos sin poner. Búscalas y ponte manos a la obra.
    Gracias por tus palabras, me alegra que te importe más el proceso que la meta, eso quiere decir que eres una persona que sabe disfrutar aprendiendo y no está preocupada por el éxito. Te felicito. Ahora nos queda solucionar lo de la ortografía. Te doy una recomendación, repasa el texto que escribas antes de publicarlo, pienso que pueden ser despistes, pero a una chica que lee tanto no le pega cometer faltas de ortografía. Ánimo que lo vamos a conseguir. Y quién sabe, lo mismo terminas siendo una escritora de cuentos infantiles.
    Espero tu escrito impecable.

    ResponderEliminar
  33. María del Moral Lázaro 4A4 de febrero de 2010, 16:13

    Gracias, seguiré tu consejo y repasaré los comentarios varias veces. Tienes razón es por despiste, porque lo repaso pero se me pasan.

    El próximo día te entrego el texto sin faltas.

    ResponderEliminar
  34. Hola Carmen, soy Pilar, ¿te acuerdas?. Releo de vez en cuando tu Blog. Hoy estaba en ello y tras leerlargo y tendido en Cartas devueltas acabo de entrar en Los besos y leer Tu lugar en el mundo. Ojeando en este de Alicia veo que ha borrado la manera en que me despedí de los moralistas intelectuales que te leen, me refiero a aquello de: "Podeis ir en paz, vuestra moraldad huele y no precisamente a ls flors de este jardín". No sé qué te molesta de ello, a mi personalmente tampoc me molestan los moralistas, sólo me aburren, aunque también me divierten sus prescripciones curiles bajo el título de doctor en psiquiatría, o la verborrea citológica del que más que pensar citan, para él, con mucho cariño una estrofa del últmo poeta con el que se espidió de la partida de naipes de hace meses: se trta de una estrofa de "He andado muchos caminos":Y pedantones al paño
    que miran, callan y piensan
    que saben, porque no beben
    el vino de las tabernas.
    Saludos a todos y a todas, y no te enfades Rogelio. Sonrie. A Manolo el médico le dejo para dentro de unos meses. Y tú tómatelo a broma Carmen y bórralo si quieres.

    ResponderEliminar
  35. Pilar, !por dios! veo que vienes con energías renovadas. Gracias por leer los blogs. No me acuerdo de haber borrado nada pero si tú lo dices será así. Si lo hice, sería porque no me gustó algo de lo que escribiste o el tono irónico que a veces utilizas. Y además creo que no es necesario utilizar palabras descalificadoras para las personas que comentan en el blog.
    ¿Has tenido hoy un mal día?
    Bueno, un saludo.
    Carmen

    ResponderEliminar
  36. Pues no, ayer no tuve un mal día, la verdad es que fue estupendo, incluída la noche. ¿Y tú qué tal, tuviste buen día?.
    Bueno Carmen, te devuelvo el saludo. Buenas noches.
    Pilar, desde Guadalajara. (Por cierto, yo también soy profesora, de Lengua y Literatura, aunque estudié Filosofía en Valencia me gusta más el arte.)

    ResponderEliminar