Que el tiempo no me gane la partida,
ser libre para mirarte,
sentir mariposas en el estómago,
imaginar el sabor de tu boca,
desear besarte
querer ardientemente besarte
desearte, sí, sí, sí ....
Si no hay prisas será más fácil
saber qué siento en el silencio
de nuestros cuerpos pegados al sol
rompiendo el vacío crecido por el tiempo.
Tiempo que marca cada encuentro,
maldito tiempo que nos roba
el gusto de buscarnos tiento a tiento,
romper quiero con esta tiranía
de los tiempos modernos
y recuperar el ritmo natural del cuerpo;
que sea él quien me hable
y me guie con su criterio,
escuchar sus tonos, su melodía
palpitando de su mano será todo
más cierto que ganar tiempo.
Sentir sin tiempo,
contar con tiempo,
regar a tiempo
la flor del tiempo.
Templar los vientos,
estar atentos,
gozar muy lentos,
bailar los tiempos.
No permitiré que me presiones,
a tiempo te lo digo,
no marques mis tiempos
déjame libre, a mi paso
para escuchar sus pasos
para marcar los míos
sin tiempo, templados,
temblando los labios
te digo: te amo…
todo el tiempo.
martes, 4 de agosto de 2009
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¿Quién es el afortunado que recibe estos "poemas besos" tan hermosos?. ¿Somos todos los que podemos leerlos?.¿Te los inspira un amante real o imaginario?. Son tres poemas preciosos, gracias por compartirlos. Besos.
ResponderEliminarMe ha encantado tu poema bailar los tiempos.Conozco,admiro y envidio tu sensibilidad, y también tu capacidad de comunicación pero nunca las había visto asi juntas tan a la par y tan tú. Muy bonito. Gracias por compartirlo y por compartirte. un besito.
ResponderEliminarGracias Mirin,
ResponderEliminarLuces como un sol cálido este verano.Me has dado mucho.Nunca lo olvidaré.
Te quiero
Sencillamente precioso, se me saltan las lágrimas en una mezcla de alegriía, ternura y una pizquita de tristeza.
ResponderEliminarEl tiempo. Cruel tirano que nos esclaviza y nos hace suyos. Nos atrapa, nos envuelve, nos ciega y envenena. Tiempo de no haber tiempo, tiempo de no ser tiempo; tiempo de parar el tiempo...¿tal vez mañana?
ResponderEliminarFeliz encuentro con tu poesía, Carmen, de cualquier espacio (no de cualquier tiempo)
Gracias Rogelio,
ResponderEliminar¿Cómo van las vacaciones?
Un abrazo
Te debo un e-mail.
Me preguntas en tu comentario por el afortunado de estos poemas.Y creo que los afortunados somos todos aquellos que somos capaces de sentir emociones así.
ResponderEliminarGracias
En realida creo que estás desesperada mujer, hablas en abstracto y a altas horas de la madrugada como yo.Nada de lo que se escribe tiene que ver con la abstracción y la generalidad.Espero no lo olvides, en tus otros escritos, el de los celos por ejemplo, veo que tratas de generalizar algo que seguramente has vivenciado particularmente; es un prejuicio psicológico-filosófico tratar de hacer esto, lo solemos cometer.Por los comentarios que te hacen, parece que ha sido algo muy concreto y particular, ¿por qué tratar de "universalizarlo" como si le pasara a todo el mundo?. En fin, sólo comento, disculpa si te molesta. Mi nombre es Alberto. Por cierto, el último escrito es terriblemente dramático, no "deberías" empeñarte tanto en ese mundo de las palabras y la razón, o no tan en exclusiva olvidándote de tu sentir como dices, mueres, sufres un matiz de pesadumbre, borras tu sonrisa, deseas llorar y fundirte en un beso deseado de verdad.Realmente dramático y triste, ¿no te parece?. Tu respuesta a mi comentario, disculpa, es demasiado "genérico-abstracta", tales emociones afortunadas las generan personas de carne y hueso, no se sienten así como así, Pienso yo. A lo mejor, en tu aislamiento racional se siente de otra manera, o como tú misma dices "sientes que no sientes, que no percibes, que estas muerta". Creo que sufres, Carmen.Deja d sufrir. Una caricia delicada a golpe de tecla lejana y anónima de Alberto.
ResponderEliminarHola Alberto,
ResponderEliminar¿Te parece que es desesperación lo que muestran mis escritos? Lo pensaré.¿Tú no sufres? yo sí, señal de que vivo, no?
Y con respecto a lo de los celos he intentado describir situaciones que suceden entre hombres y mujeres que tienen una relación amorosa.A veces, a mi me ha pasado pero también le sucede a otras personas, afortunadamente no a todas las parejas les ocurre, sería terrible si así fuera.Cuando escribes sobre algo no pretendes universalizar, expresas lo que piensas, crees, sientes y vives, todo junto.Por lo menos a mi me gusta unir la vida al pensamiento aunque a veces tenga tentaciones de instalarme sólo en el pensamiento porque es más estable, sufres menos.
Gracias por tus comentarios.
Con lo de desesperación no me refiero a todos tus escritos, sólo me refiero al último en el que comienzas preguntandote por tu "empeño" por instalarte en el mundo de la razón, las palabras...y más adelante te describes:"hace ya tiempo que me perdí en el mundo de las palabras y desconecté del sentir, así es como vivo la calma..."Y yo te pregunto ¿Qué calma?, esa que consiste como también describes en tu escrito en darse cuenta de que no siento, no percibo, no sé si estoy muerta cuando permanezco un infinito de segundos en el mundo de las palabras.La calma de tener ganas de llorar y fundirte en un beso deseado?, es eso calma?, ¿es calma instalarse, entretenerse en el mundo "estable" del conocimiento para no sentir?.Puedes pensar sobre tu sentir, quizás, en lugar de despistarte para no sentirlo.Eso es lo que encuentro, y disculpa, "desesperado", dramático y triste: la huida de tu propio sentir, de tus emociones, es lo que me da la sensación de que algo te angustia, y te dedicas a las palabras para no sentirlo.No soy cura de tu colegio como dice con genial frescura y cariño la niña que te comenta.Soy profesor de filosofía, como tú.Un cordial saludo, trataré de precisar más mis comentarios. Alberto.(Por cierto, claro que yo tambien sufro, todos sufrimos, es algo normal.Parece que te ha molestado un poco que te lo comente, disculpa, no era mi intención molestarte, sino tratar de ver yo y tú qué es lo que te hace sufrir, pues aunque sea normal sufrir, es mejor no sufrir,¿verdad? y si sabemos cómo evitarlo mejor que mejor.)Ahora sí, un cordial saludo.
ResponderEliminarHola Alberto,
ResponderEliminarNo me ha molestado nada de tus comentarios, por favor, siéntete libre para decir lo que piensas, no tendría sentido abrir un blog para que los demás expresen lo que piensan y sentirse molesta por ello.Simplemente me asusté un poco al leer las percepciones de los demás sobre aquello que escribimos.No me siento desesperada, pienso de mi que soy una persona optimista y esperanzada, pero puede que esté equivocada y lo que escribo hable de mi misma más de lo que yo creo sobre mi.
En este artículo intentaba plasmar la calma que te da el mundo de las ideas,calma en el sentido de paz sin arrebatos.Paz que te embarga pero que no te controla aunque a veces te apasiona y sientes emoción, claro que sí, pero es una emoción sosegada.
Y cuando te situas ahi, a veces, te sientes sola.En paz, claro que si, pero sola.
En fin, puede que no siempre resulte fácil expresar lo que sentimos o vivimos en un momento determinado.
Un saludo
Carmen
Hola Carmen, soy Alberto; ese profesor de filosofía anónimo que conversó contigo en Agosto. Vayan por delante mis deseos de felicidad sinceros para este nuevo 2010. Y ahora, tras releerte de nuevo en los besos que no damos y en cartas devueltas decirte con todos mis respetos como regalo de año nuevo: felicidades por el trabajo con tus alumnos en cartas devueltas, seguro que te quieren y aprecian, no decaigas, a pesar de que quizá aún no se den cuenta de tu tesón y entrega, te estimarán toda su vida, hablarán de una buena profesora, de buenos artículos y reflexiones incipientes en este "alocado y hermoso mundo moderno". Felicidades por animar a la vida llena de "errores" y "tachaduras" de "alicias", algo humildemente humano, junto a la también humana prepotencia que anima a la obtención de éxito, prestigio y estatus social. Felicidades por el nostálgico sillón del amor al acabar tus jornadas de cabeza que te llevó a la arriesgada, fascinante, viva e incierta aventura de revivenciar sin miedos, complejos y prejuicios adultos el cuarto trastero de tu sentir que añorabas y deseabas desde ese otro intelectualizado y gélido, a la vez que lúcido y "calmo" (demasiado estático y temeroso para mí) cuarto trastero del pensar, que ilumina, a la vez que apaga racional y escépticamente deseando llorar, ese incierto, pero tierno, sutil y lleno de sorpresas mundo nuestro emocional. Para mí es un reto amar con el pensamiento y pensar con el corazón, unificar en "justa" mezcla calor y frio, pues aunque no seamos ni lo uno, ni lo oro en exclusiva, ambos, cálculo y pasión, nos acompañan. El cálculo me detiena, la pasión me mueve y me arriesga y relativiza. Yo no he encontrado "la justa mezcla", aunque me alegra no "saber" amar, me alegra"sentirlo" en el sillón tras la jornada, dándole calor a mis "pensamientos y reflexiones".
ResponderEliminarFelicidades por las nuevas miradas que te alientas y alientas a tener hacia el otro y lo otro, no merecen, ni merece, el otro y lo otro, sólo nuestro altivo y engreído desprecio, ¿quién nos abremos creído qué somos?, ¿por encima de quién y qué creemos estar, verdad?, es un bonito regalo de navidad, gracias Carmen.
Felicidades por tu globo verde de esperanza,te deseo que te sea calma la esperanza, que recibas de buen grado lo que esperas se te regale, y que no sea, la esperanza, motivo de desasosiego en tu bendito presente. Feliz año Carmen, que ames, sin esperar, y recibas amor como preciado regalo. Anónimo Alberto.
Hola Carmen soy Alberto,no soy blogero aún, quizá en algún momento me haré uno, pero sí comparto escritos y reflexiones con conocidos y amistades a través del correo, olvidé dártelo: agapicosaez44@gmail.com. Un saludo.
ResponderEliminarCarta a Carmen y a sus lectores:
ResponderEliminarSoy Jesús y desde que se creó este Blog el verano pasado, en un irracional intento de seguir en comunicación con Carmen, persona a la que, como todos vosotros, estimo y valoro en su labor; en un irracional y emocional intento de comunicarme con ella, comprenderla y comprenderme, más desde "el cuarto trastero del sentir" que desde el pensar, he comentado escritos sin poner mi nombre como ahora. Y es así que en este Blog he hablado bajo el nombre de Alberto, Pilar, Feliz, Pedro y Anónimo.
Permitidme que no explique el porqué de lo anterior, pertenece al ámbito de la intimidad afectiva y no estaría bien hacerlo público.
Al menos para mí, amar no es fácil, todavía me es difícil compaginar o armonizar en mi interior el pensamiento, el sentimiento y la voluntad; la teoría y la práctica, la literatura, la filosofía y la poesía amorosa con el día a día, la cotidianeidad, la rutina y la vida. Todo esto no es fácil, aunque ello no significa que sea imposible y siempre saltemos,arriesgando una vez más, del "cuarto trastero del pensar", que exige silencio y calma aunque esté triste y apesadumbrado, al "sillón del amor" que nos consuela con el recuerdo de lo bello o al "cuarto trastero del sentir", que vuelve a motivarnos. Saltos de cuarto en cuarto que, afortunadamente, nos muestran sensibles en nuestro delicado y hermoso intento, lleno de esperanza y optimismo, de establecer vias de comunicación entre todos los "cuartos" y "habitaciones" de nuestra humana, compleja, desconocida y rica vida interior y tratar de establecer con ello, siempre una vez más, la relación y comunicación, no sólo entre los habitáculos de nuestra vida interior, sino entre ellos y los del otro. Y llenos de saltos contradictorios, no obstante, como por arte de magia, algo nos une y hace que nos encontremos dentro del tiempo, pero que nos sintamos más allá del tiempo. Algo muy frágil y quebradizo, eterno y fuera del tiempo. Somos afortunados de poder sentirlo aunque sea levemente, y si bien es lo esencial de la vida, también es cierto que no es lo único que existe en ella. Pero esto no es algo triste, es vida, o mejor dicho: también la tristeza es parte de la vida. Como canta Neruda: "Queda prohibido no comprender que lo que la vida te da, también te lo quita... y no sentir que sin ti, este mundo no sería igual..."
Y no siempre es fácil "Bailar los tiempos, no tener prisa, no precipitarse, templar los vientos, no presionar, calmar el deseo, la ansiedad del abrazo, del encuentro...", no siempre es fácil, aunque es grato, liviano y delicado cuando se consigue de manera fugaz, instantánea, momentánea. Siempre es grata y liviana esa pacífica y calmada vivencia amorosa, aunque sea algo más fugaz que continuo, más humano y de carne y hueso aquí en la tierra, que universal y permanente, como quisiéramos.Vivenciarlo, para mí, es siempre sentir la misteriosa mezcla de carne y espíritu.
Bueno, no quiero extenderme más, sólo acabar comentando a Carmen y a los demás lectores dentro de este amoroso baile de tiempos modernos y de este Blog de besos, que si en algo os habeis sentido ofendidos o heridos con los comentarios de los personajes a través de los que me he expresado en este Blog, pido disculpas.
En el caso de que vuelva a hacer aquí algún comentario, que no lo sé, pues ahora toca "Bailar los tiempos" (incierta, bella, misteriosa y enigmática danza que nunca acaba ni se sabe, afortunadamente, qué depara), en el caso, digo, de volver a comentar aquí, que no lo sé, lo haré como Jesús.
¡Que bailen los tiempos! ¡Que bailen!
La música y la danza son lenguajes más comunicativos y universales que las palabras, por eso los poetas cantan más que hablan y los bufones, como yo, sólo "charlan" y hasta aburren, aunque su intención sea hacer reir.
¡Que bailen los tiempos!
Un afectuoso saludo.
Jesús. luayague@hotmail.com